Ella
es Martina, a simple vista una chica que no llama la atención a pesar de ser
muy bonita. Desde que la conocí me pareció buena chica, correcta y muy decente
en todo aspecto o por lo menos eso mostraba. A diferencia de su amiga que con
el poco tiempo que la conozco parece todo lo contrario a ella. No recuerdo en
que momento o simplemente no lo quiero
recordar pero por causas “x”, termine hablando con Martina, es así que mientras mas hablamos me caía aún.
Aquí
hare un paréntesis para mencionarles algo importante, cual es el concepto que tengo
de amistad en mi vocabulario. Para mí un amig@ es quien a pesar de conocerte
te acepta tal cual y jamás de lo jamás
te juzga, lo que no significa que esté de acuerdo en todo lo que haces, pero
siempre está ahí para tratar de que entres en razón y hagas lo correcto, ya
depende de la otra persona tomarlo en cuenta o no. Quien te escucha y te cuenta
los secretos más recónditos que tiene y por la magnitud estos nose los puede
guardar del todo y decide confiar en ti para que tú también hagas lo mismo, lo
cierres bajo mil llaves y por nada en este mundo nadie lo sepa.
Es
quien al saber que tu estas interesado en alguien, jamás aceptaría una
invitación de este porque sabe perfectamente
que tu estas interesado en esa persona. Al contrario, te hace el bajo y te
ayuda hablando maravillas de ti para que la otra persona sepa que vales oro. Quien no te daría un puñal por
la espalda y nunca mencionaría tu nombre
si te toma como ejemplo y mucho menos si la otra persona a quien aconseja l@s
conoce a amb@s. En pocas palabras un amig@ significa respeto mutuo, cariño y dedicación.
Ahora volviendo a la historia que les estaba contando.
Eran
la primera conversación que tenía con Martina en privado, pues las 3 o 4 que tuvimos
antes eran frente nuestros amigos. Nose ni cómo llegamos al tema de su amiga,
pero me entere hasta de lo que comía la pobre. Sin anestesia empezó a decirme que su amiga salía con un hombre casado, que
ella sabía perfectamente que tenía un hijo, esposa y que a su vez estaba saliendo
con otra chica (o.O) que no tenía reparo en acostarse con el primer hombre que
le gustara, entre otras cosas. Si eso es amistad, prefiero no tener amigos.
Mientras
más me decía como era su amiga, menos me estaba agradando Martina. Creo que eso
no se hace, pero la gota que derramo el vaso fue que ella perfectamente sabía
que la amiga en cuestión le gustaba un chico y jamás la había visto tan
interesada en alguien. Sin embargo Martina estaba saliendo con el susodicho y
que no sabía qué hacer.
Creo
que eso era demasiado para mí y cuando creí que eso era todo. Viene un
pajarito y me dice que Martina era tan igual que la amiga.
Moraleja: No hay que confiar del todo en las personas, que cuando menos lo imagines te tienen algo preparado.
Solución: Preséntame a Martina. Ok, no.
ResponderEliminarNo hay que confiar totalmente en los demás, al menos no cuando se les conoce poco tiempo. Porque si nosotros a veces nos sorprendemos al hacer cosas de las que no nos creíamos capaces, con más razón otras personas, que responden a otras motivaciones y a una historia de vida totalmente diferente.
Yo también me he decepcionado de muchas personas, tanto en lo amical como en lo sentimental. Y bueno, estoy seguro que para algunas personas tampoco he sido lo que buscaban.
Saludos.
Jajaja te la presento dices xD
EliminarSi pues lamentable y yo que empezaba a confiar en Martina, ni modo mejor de lejitos.
Saludos Fer y gracias por comentar :D
Yo gracias a Dios tengo unos amigos fantásticos. Soy mucho de confiar en la gente y la mayoría de las veces me la dan bien dada, por eso he intentado no confiar en todo el mundo, pero siempre me pasa lo mismo, soy masoca, ja ja ja. Buen finde. Un abrazo.
ResponderEliminarYo tambien confio mucho en mis amigos y ellos en mi, hasta ahora todo bien, pero de todos modos como dices no hay q confiar en todo el mundo.
EliminarUn beso lobita y gracias por comentar